POESIA DEL SIGLO XIX




Resultado de imagen para poesia del siglo XIXEl siglo XIX puede definirse por una sea, la sátira o el poema didáctico. Además, la poesía lírica se concentra en el año 1840. 
Este año publica el lucense Nicomedes Pastor Díaz (1811-1863) sus Poesías. Consejero de Estado con Narváez, escribió una poesía lúgubre y desesperada, próxima, en ocasiones, a la de Espronceda, con títulos como Mi inspiraciónA la luna o La mariposa negra
Este tenebrismo o historicismo continuará con el coruñés Jacinto Salas y Quiroga (1813-1849) o con el vasco Eugenio de Ochoa (1815-1872). 
Pablo Piferrer (1818-1848) nació en Barcelona. En su breve producción poética se ve una evolución hacia la poesía intimista popular.
El siglo XIX es la época de los nacionalismos. En estos años, la cultura catalana vivirá su Renaixença, que se considera inaugurada con el poema de Benaventura Carles Aribau (1798-1862) A la Pàtria (1833), escrito en catalán -que se identifica con lemosín-. Jacint Verdaguer (1845-1902) destacará en la poesía catalana con L'Atlàntida (1877) y otros poemas religiosos

   Aunque la zona valenciana no tuvo un desarrollo tan importante, destacan las Rimas (1877) de Vicente Wenceslao Querol (1836-1889), escritas en castellano con cierto tono popular.
José de Zorrilla y Moral (1817-1893) nació en Valladolid y es uno de los poetas más representativos del siglo XIX. 
Se dio a conocer tras la lectura de su elegía A la memoria desgraciada del joven literato Don Mariano José de Larra, en el entierro de éste. 
 Zorrilla fue uno de los autores más prolíficos de nuestra literatura. Se considera su mejor etapa la comprendida entre 1840 y 1854, año en que emigró a México, donde gozó de la amistad del Emperador Maximiliano. Después, soportó una situación miserable, superado por su tiempo -de lo que él fue consciente-. Vivió de lecturas públicas y actos oficiales, que condicionaron sus escritos.
característica de la poesía 

Alternancia de discursos que tiene como origen la observación aristotélica de la diferencia entre mímesis y diégesis, es decir, entre narración y descripción.

  1. Pueden basarse en hechos verdaderos o inventados distinta mente

  2. La narración se realiza en pasado

  3. El narrador puede aparecer en la obra o no. No está siempre presente, como en el género lírico, y tampoco desaparece por completo, como ocurre en el género dramático.

  4. La forma que se utiliza preferentemente en la obra literaria épica o narrativa es la prosa o el verso largo (hexámetro, verso alejandrino...)

  5. Tiende a incluir los demás géneros (lírico, dramático, didáctico) razón por la cual suele ser el que tiene mayor extensión.

  6. Puede presentar divisiones en su estructura externa tales como capítulos, epígrafes...

  7. Posee las siguientes variantes o subgéneros: epopeya, cantar de gesta, poema épico culto, romance, cuento tradicional, mito, leyenda, relato, novela. Cada uno, a su vez, cuenta con diferentes tipologías o clases de textos, especialmente el mito, el cuento tradicional y la novela.

  8. Esta puede ser de dos formas: directa e indirecta.
poetas mas relevantes
Josè Joaquìn de Olmedo

Escritor y político ecuatoriano, presidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil (1820-1822) 
Nació el 20 de marzo de 1780 en Guayaquil cuando esta ciudad era parte del Virreinato del Perú.
Hijo del Capitán español Agustín de Olmedo y de la guayaquileña Ana María Maruri.
A los catorce años, viaja a Lima, para ingresar al Convictorio de San Marcos y luego a la Universidad de San Marcos, en donde obtuvo el grado de Doctor en Jurisprudencia.
Fue diputado por la ciudad en las Cortes de Cádiz españolas (1810). En el año 1820 fue presidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil. Se opuso a la integración de Ecuador en la República de la Gran Colombia, por lo que tuvo que abandonar el país en 1822. Exiliado en Perú, fue diputado por Puno en el Congreso Constituyente de Lima (1823) y embajador en Gran Bretaña y Francia (1825-1828). De regreso a su patria fue elegido presidente de la Asamblea Constituyente de Ambato (1835). En 1845 formó parte del gobierno provisional y presentó su candidatura a la presidencia de la República, siendo derrotado por Vicente Ramón Roca (1845-1849).
Entre sus poemas destacan La victoria de Junín (1825) y la Oda al General Flores, vencedor de Miñarica (1835). Elaboró el primer escudo de Armas del Ecuador, el mismo que fue un patrón para el origen del actual.
Casado con María Rosa Icaza y Silva, fue padre de Virginia de Olmedo Icaza.
José Joaquín Olmedo falleció el 19 de febrero de 1847 en Guayaquil
Dolores Veintinilla
 Dolores Veintimilla de Galindo nació en la ciudad de Quito  en el año de 1829. Fue educada en el seno de una familia aristocrática, ilustre y culta, vivió una infancia feliz rodeada de múltiples atenciones y gracias a su sensibilidad artística empezó a escribir desde muy joven.
A los 18 años contrajo matrimonio con el médico colombiano Sexto Galindo. Poco tiempo después, por razones de la profesión de su esposo se trasladaron a vivir en Guayaquil, ciudad que les abrió las puertas y los recibió en los mejores círculos sociales. Al poco tiempo, y sin conocerse hasta hoy las causas, su esposo se marchó a Centroamérica dejándola en la más absoluta pobreza, en la ciudad de Cuenca sola con su hijo.
Fue entonces cuando sola, abandonada y buscando alivio a su dolor, Dolores Organiza tertulias literarias que motivan murmuraciones sobre su comportamiento. Su situación se complica cuando, en abril de 1957, Dolores, por medio de una hoja volante, Necrología, defiende a un indígena condenado a muerte bajo la acusación de parricidio. (Y este parece ser el primer alegato en Ecuador contra la pena de muerte, vigente entonces). Se multiplican entonces las calumnias y los maltratos contra la escritora, quien es tildada de inmoral, atea, panteísta.
Estos hechos, sumados al abandono de su esposo, son los que la sumen en la depresión y finalmente la llevan a suicidarse el 23 de mayo de 1857, con algo de cianuro que encontró en el maletín de su marido, dejando solamente una nota a su madre:

Debido a su muerte no pudo ser enterrada en tierra santa, pero algún tiempo después su marido regresó a exhumar su cadáver y hasta la fecha se desconoce el lugar donde yacen sus restos.
Julio Zaldumbide
  Nació en Quito el 5 de junio de 1.833. Hijo legítimo de Ignacio Zaldumbide Izquierdo, combatió a lado del general José María Sáenz y fue asesinado a lanzadas después el combate de Pesillo, cuando estaba rendido. “Su nombre constituye baluarte de civilismo y signo de la saña del elemento militar extranjero adueñado del país” y de Felipa de Gangotena y Tinajero, quiteños.
Después de la primera enseñanza y de haber seguido los cursos de secundaria hasta graduarse de maestro o bachiller en Filosofía y Letras, ingresó a la Universidad Central con el intento de dedicarse a los estudios de Jurisprudencia, pero muy pronto los abandonó para seguir con ardor y entusiasmo a la literatura. “Era un joven de buenas maneras, de exquisito gusto, pero dado a la soledad y a la melancolía”.
En 1.852 escribió la poesía titulada “La estrella de la tarde”, primera de sus composiciones intimistas y de tono menor “en una atmósfera de amable melancolía y vaga tristeza, tan propia de la hora vespertina, vista por ojos románticos, donde campea su simpatía por la naturaleza y el canto al amor doloroso e imposible idealizado en Laura”.
Poco después y con motivo de conmemorarse el séptimo aniversario de la revolución marzista 6 de Marzo de 1.845– se presentó aún adolescente a la velada artístico- literaria de la “Sociedad de Ilustración” y subiendo al escenario declamó su “Canto a la Música”, causando magnífica impresión. Fragmento: El alma llena de delicias, cuando/ en el cristal suspira de la fuente;/ La estremece de horror, en el torrente/ que se lanza estruendoso en el peñón. // En el umbroso bosque, en la Colina/ finges la dulce voz de los amores/ y del vergel en las fragantes flores/ estático te escucha el corazón// Miguel Riofrío, “el poeta lojano que ejercitaba su justa autoridad ante los jóvenes estudiosos y que presidía la fiesta”, lo coronó. Zaldumbide tenía escasamente dieciocho años y de allí en adelante figuro activamente en el mundo de las letras.
 Según el 29 de noviembre escribió una elegía “A la memoria de la señora Juana Lama de Moncayo”, esposa del Dr. Pedro Moncayo y muerta al dar a luz a su hijo. En 1.855 publicó en el periódico “La Democracia” de Quito, otra elegía, a la muerte de Carmen Pérez Pareja. Ya era respetado en los medios cultos del país y se había granjeado numerosas amistades.
En 1.856 publicó su Silva titulada “A la soledad del campo” que según Hernán Rodríguez Castelo cambia sustancialmente su estilo. “Su poesía se tornó más amplia y libre y adquirió mayor aliento, usando combinaciones libres de versos de 11 y 7 sílabas y tomando a la naturaleza como objeto de contemplación. Y así surgió el ciclo de sus famosas poesías tales como “La Mañana”•, “La Tarde” y “La Noche”.
“En 1.857 atravesó una aguda neurosis que le ocasionaba desabrimiento y desencanto a todo y al ocurrir la muerte de su tía y suegra Rosa Gangotena de Gómez de la Torre escribió una elegía a su memoria. A fines de ese año adquirió el fundo “Paramba” situado en la región de Malbucho, que riega el río Mira en el camino el Pailón que acababa de abrirse y para marchar hacia la selva virgen hizo apuntes y resúmenes que debieron haberle costado muchas fatigas. El mismo hecho de aislarse en plena selva tropical, bella y poderosa soledad apacible, revela el cambio en su conducta; sin embargo no perdió enteramente su tiempo pues leyó a Tácito y a Tomás Moore y aunque no halló la ansiada felicidad que en ninguna parte está como él mismo confesaría después, gozó de una cierta quietud física y espiritual.
“Sus últimos años fueron sombríos y agobiados. Vivía tuberculoso y colmado de dolores, silencioso, amando a los suyos y ya no creía tanto en el destino incierto de los hombres porque la religión iba ganando terreno en su voluntad disminuida por el abandono, la pobreza y la enfermedad y murió el 31 de julio de 1.887 este patricio liberal, cuando sólo contaba 54 años.
De estatura más que regular, tez blanca, delgadísimo, ojos profundos y abundantes cabellos rizados y negros. Dejó ocho hijos y la estela inolvidable de su fama y su talento.
Fue un poeta elegante y exquisito formado en el más severo estudio, pero lleno de una genial apatía, pues no podía meditar y componer sin el ánimo bien apercibido; por eso sus trabajos iban saliendo de tarde en tarde y sólo a reiteradas solicitudes de sus amigos y admiradores. Cuando leía meditaba. El arte que no es inspiración es artificio. La poesía es meditación y recogimientos, las estrofas deben venir a una llamada de la emoción y la inteligencia; por eso, conforme iban pasando los años, sus versos van revistiéndose de gravedad, muy cercana a la Filosofía. Poeta – Filósofo se le llamó para indicar esta inclinación meditativa. Hizo poesía profunda, sobria y llena de buen gusto.- en la soledad del campo.
Numa Pompilio
Laureado poeta guayaquileño nacido el 5 de marzo de 1832, hijo del Sr. José Leocadio Llona y de la Sra. Mercedes Echeverry.
Desde muy temprana edad fue llevado por sus padres a la ciudad de Cali, en Colombia, para iniciar sus estudios en el Colegio de Santa Liberata; fue entonces cuando, a los once años de edad, empezó a escribir sus primeros poemas. Posteriormente, en 1846 se trasladó a la ciudad de Lima, Perú, para ingresar a estudiar Jurisprudencia en la célebre Universidad de San Marcos donde en 1852 alcanzó el título de Abogado, y al poco tiempo el de Doctor en Jurisprudencia y Derecho Internacional.
Debido a su gran talento su prestigio creció vertiginosamente, por lo que el gobierno del Perú, buscando dar una buena imagen de su país, lo nombró Cónsul en Francia, Italia y España. Posteriormente, en 1864 fue designado Secretario del Congreso Americano que se reunió en Lima, y en 1880 Director del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Dos años más tarde volvió a Guayaquil cargado de honores y méritos. Entonces, la  lo nombró Miembro de Número, y el Gobierno Nacional le confió importantes cargos públicos. Ese mismo año fue designado Rector de la Universidad de Guayaquil, cargo desde el cual, con inteligencia e iniciativa, impulsó el desarrollo educacional no sólo de la juventud guayaquileña, sino de todo el país.
Academia Ecuatoriana de la Lengua
Realizó además una importante actividad cultural como profesor de literatura de varios colegios porteños, como profesor y Director de la Escuela de Bellas Artes y como Rector del Colegio Vicente Rocafuerte.
Su obra poética es una de las más ricas, fecundas y más cuidadosamente trabajadas entre los poetas ecuatorianos del siglo XIX, y entre sus principales composiciones, que abarcan varias épocas y géneros, se destacan: “Cien Sonetos Nuevos”, “Interrogaciones”, “Himnos, Dianas y Elegías”, “De la Penumbra a la Luz”, “Canto a la Vida”, “Noches de Dolor en las Montañas”, “La Bandera del Ecuador”, “Odisea del Alma”, “Los Caballeros del Apocalipsis”, “Cantares Americanos”, “Nuevas Poesías” y muchas más de singular belleza que están reunidas en una obra titulada “Clamores del Occidente”.
En homenaje y reconocimiento a su magnífica obra, el ilustre vate fue solemnemente coronado en Guayaquil, el 10 de octubre de 1904, y le  correspondió a la respetable matrona y también poetisa guayaquileña, doña Dolores Sucre, colocar en las sienes del venerado poeta una Corona de Laureles de Oro.
“Parnasiano que cultivó el verso con maestría, en obras primorosamente talladas que pueden figurar entre las mejores de su género. Poemas descriptivos, otros líricos, con fuerza y acento de vitalidad y armoniosidad extraordinarias” (Franklin y Leonardo Barriga López.- Diccionario de la Literatura Ecuatoriana).
Murió en Guayaquil el 4 de abril de 1907.
Miquel Moreno
Miguel Moreno Moreno nació en Velamazán en 1926. Estudió el Bachillerato en Aranda de Duero, donde con apenas 15 años ya era colaborador de la revista Juventud que editaban los colegios claretianos de CastillaNavarra y País Vasco, así como Diario Duero, y periódicos de Sigüenza y Guadalajara.
Cursó sus estudios de Magisterio en la Escuela Normal de Soria. En el año 1948 ya figuraba entre los colaboradores oficiales de Campo soriano (rotativo local que llegó a dirigir durante la Transición entre los años 1976 y 1982), labor que pronto comenzaría a compaginar con las ondas en Radio Juventud de Soria, donde tenía dos programas: uno dedicado a antiguos recetarios de cocina tradicional soriana y otro titulado Cruzando la tierra de Soria, que sería la semilla de sus posteriores trabajos sobre la historia y las costumbres de la provincia.
En el año 1962 fue designado director de Casa de Observación del Tribunal Tutelar de Menores que en los años 70 fue declarada modelo de obra de menores. Por su labor en esta institución, recibió el Premio Nacional Gabriel María de Ibarra.
El 6 de septiembre de 1984 fue nombrado cronista oficial de Soria. Destaca su afán por la recopilación de la tradición soriana. El cronista contribuyó a recuperar, junto a la Asociación de Amas de Casa y Consumidores Numancia, la tradicional fiesta de Santa Águeda. Donó al Ayuntamiento de Soria de parte del mobiliario (un escritorio, dos sillas y una mesilla) que perteneció al piso de casados de Antonio Machado y Leonor Izquierdo y que Moreno compró a la madre de ésta, Isabel Cuevas, de la que fue su último huésped. El mobiliario forma parte de la Casa de los Poetas, museo localizado en el Casino. En reconocimiento, fue nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad de Soria el 9 de febrero de 1995.
Miguel Moreno también fue mantenedor durante 33 años, hasta el ejercicio 2007, de las Jornadas de la matanza que celebra todos los años el restaurante burgense Virrey Palafox. Entre los reconocimientos adquiridos a lo largo de su dilatada trayectoria destaca también la medalla de oro de la Orden de Alfonso por el Sabio.
Cèsar Borja
(César Borja Cordero; Guayaquil, 1882 - Hamburgo, 1927) Escritor ecuatoriano. Hombre polifacético -políglota y artista-, constituye un honroso exponente de la intelectualidad ecuatoriana. Realizados sus primeros estudios en su ciudad natal, hizo la carrera de comercio en Estados Unidos (1895-1901), donde además aprendió inglés, alemán, francés e italiano.
Durante toda su vida cultivó la escritura, colaborando en revistas como Gordian y Hogar, y en periódicos como El Grito del Pueblo Ecuatoriano. Formó parte del grupo de fundadores y colaboradores del semanario El Guante (1910). Escribió también varias obras, como el drama La Pólvora (1914, en colaboración con Rafael Pino Roca); la novela Estrellita (1917), que él mismo tradujo luego al alemán; y la obra entre literaria y científica Mamá. Un caso clínico de afasia (inédita). Formó parte del movimiento modernista en Ecuador, colaborando como redactor y con varios poemas en las revistas de esa tendencia: Renacimiento (1916), Patria y Helios (1918).
En el campo de la diplomacia, se desempeñó como Cónsul General del Ecuador en Hamburgo, donde desarrolló una intensa labor de acercamiento cultural y comercial entre Ecuador y Alemania. Dos conferencias suyas pronunciadas en alemán en 1924 -Simón Bolívar y El Ecuador contemporáneo- fueron luego publicadas en un volumen que fue adoptado como texto de lectura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Hamburgo.
Murió a consecuencia de un resfriado mal cuidado, cuando apenas contaba con 43 años de edad. Era también un gran virtuoso del piano y hasta compuso un pasodoble titulado "El Alcatraz" (crítica a los dirigentes del municipio de su ciudad), palabra que entre el vulgo pasó a ser sinónima de concejal.

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